Al final del 2020 la Alcaldía de Bogotá presentó la Agencia de Analítica de Datos -Ágata-, una de sus mayores apuestas en el marco de las ciudades inteligentes y con la que pretende mejorar el acceso de comercios informales a microcréditos, consolidar una capacidad predictiva en el sistema de video vigilancia de la ciudad, implementar estrategias innovadoras para luchar contra la corrupción, entre otras.
El interés de la administración distrital en el valor de los datos no es infundado. IDC estima que en 2020 se generaron y consumieron alrededor de 59 zettabytes a nivel mundial y que la cantidad de datos generados en los próximos 3 años superará a la de los últimos 30. El auge reciente de carreras como la ciencia de datos y la inteligencia de negocios se enmarcan en este contexto.
Teniendo en cuenta lo anterior, vale la pena señalar 3 elementos que Ágata debe incorporar para garantizar el cumplimiento exitoso de su misión: fortalecer el entendimiento de los problemas de la ciudad y materializar una oferta de valor sostenible en el tiempo.
Primero, es clave que la agencia sea transparente frente a qué datos se recolectan, cómo se hará dicha recolección y para qué se van a utilizar. Esta labor no debe quedarse en la aceptación de unos términos y condiciones que muy pocas personas van a leer, sino que requiere un ejercicio serio de pedagogía y comunicación continua de cara a la ciudadanía.
Segundo, es muy importante que las políticas basadas en datos no profundicen las desigualdades existentes. No todas las personas tienen las mismas oportunidades de acceder a los servicios de la ciudad a través de medios digitales y, en este sentido, de generar información para la administración. Las medidas que se pongan en marcha deben tener en cuenta este factor para no convertirse en un obstáculo adicional en el día a día de muchos habitantes de la ciudad.
Tercero, en lo que se refiere a herramientas predictivas, es fundamental que los modelos desarrollados se piensen desde el inicio con un componente de monitoreo, evaluación y ajuste permanente. La pronta identificación y corrección de problemas debe ser una prioridad dada la escala que pueden tener estas herramientas como insumo para la toma de decisiones en diversos ejes temáticos. La predicción que funciona hoy no necesariamente funcionará mañana.
El resultado de un abordaje correcto de estos elementos resultará en mayor confianza en la recolección de datos, mejor calidad de información para alimentar modelos y buenas soluciones que tengan en cuenta las necesidades de todos los ciudadanos. De esta manera, la Agencia de Analítica de Datos logrará posicionarse como un actor relevante en el ecosistema de datos de la ciudad y será un hito para una Bogotá – Región inteligente.
