La ANDI, Fedesarrollo, ANIF, la CCB y Probogotá Región conscientes del estado actual de la COVID 19 en la ciudad de Bogotá estamos convencidos de que la estrategia para mitigar sus efectos se base en un Programa de Pruebas, Rastreo y Aislamiento Selectivo Sostenible –PRASS- que permita adoptar medidas focalizadas para el control del contagio en la población para controlar la demanda de servicios de salud especializados y a la vez permitir la actividad económica y social de los ciudadanos.
En las actuales circunstancias la única alternativa viable para reducir la tasa de contagio de manera simultánea con la minimización de los costos económicos, es el de un programa serio, profundo, consistente y permanente de generación de concientización y cultura ciudadana que conduzca a cambios de comportamiento permanentes en la población respecto de todas las medidas de autocuidado que deben ser implementadas en las actividades diarias. El autocuidado es la herramienta esencial para la realización de cualquier actividad social o laboral y el mecanismo básico en el largo plazo para la contención de la pandemia.
El reinicio de todas las actividades económicas en cumplimiento de los protocolos de bioseguridad es urgente debido a las graves consecuencias que ya experimenta la ciudad en el dramático crecimiento de los niveles de pobreza, pérdidas de empleo, destrucción empresas y reducción en los ingresos de su población, así como la disminución en el recaudo y presupuesto de la ciudad.
Bogotá no puede continuar en la senda de pérdida de empleos e ingresos de los hogares con las consecuencias nefastas como un mayor desempleo e informalidad. La falta de actividad económica impacta la seguridad, ahonda las brechas de desigualdad y genera dificultades en una pronta recuperación, generando un efecto contrario en términos de lo esperado en salud pues propicia la propagación del contagio.