Para Probogotá, se necesita un plan de contra choque a corto plazo para terminar en 2024 con un balance positivo en la economía de la ciudad. “En el primer corte vimos una zarandeada. Advertimos que la ciudad había perdido un punto porcentual en materia de empleo y eso son 40.000 puestos, aquí hay un punto para voltear a mirar”. Todo eso, explican, también puede apalancarse con potenciar el sector de la construcción y la vivienda y en reorientar la política de subsidios sin que vaya en detrimento con la situación fiscal. “Las ciudades son los aparatos económicos más sofisticados”.