• Probogotá Región, con el apoyo de Urbana SAS, presentó el documento ‘Visión de ciudad, buenas prácticas de urbanismo para Bogotá’.
• En el estudio se revisó e identificó la contribución de los POT al desarrollo de la ciudad de los últimos 40 años, y se proponen lineamientos para contribuir a la planificación urbana.
• La capital ha tenido seis instrumentos de planeación desde 1979. Se requiere un cuerpo normativo principal robusto, que garantice que la visión de largo plazo de ciudad y articulación con la región se mantenga, pero que no limite las revisiones necesarias a lo largo del tiempo.
Probogotá Región, con el apoyo de Urbana S.A.S, desarrolló un ejercicio retrospectivo sobre las propuestas de planeamiento de la ciudad, consolidadas en los Planes de Ordenamiento Territorial -POT de los últimos 40 años, para identificar la contribución de cada uno de ellos al desarrollo de Bogotá, y proponer a partir de la experiencia, lineamientos que contribuyan al buen el ejercicio de la planificación urbana.
“Probogotá hizo una revisión de la visión y proyección del crecimiento de la ciudad, desde el Acuerdo 7 de 1979 hasta el Decreto 555 de 2021, dado que es fundamental conocer el legado técnico con el que contamos los bogotanos para enfrentar los retos urbanos y los diferentes aportes de cada instrumento normativo de la ciudad. Por eso, es necesario que los planes por venir incluyan las lecciones aprendidas”, señaló María Carolina Castillo, presidente de Probogotá Región, durante el lanzamiento del documento ‘Visión de ciudad, buenas prácticas de urbanismo para Bogotá’.
La publicación se compone de dos partes: la primera, incluye un análisis de los seis instrumentos de planeación que se evaluaron bajo tres líneas temáticas: 1. Visión de ciudad, 2. Estrategia normativa y 3. Proyectos urbanos trascendentes; y la segunda, analiza la continuidad de los diferentes modelos, así como las propuestas de abordaje de los retos urbanos del momento. Con esta revisión temática se evidenciaron las rupturas conceptuales entre los diferentes planes y las similitudes e inicitaivas a las que se les ha dado continuidad con buenos resultados para la ciudad.
“Los esfuerzos de la ciudad por la adecuada planeación deben incluir temas como la nueva agenda urbana y la movilidad sostenible, por lo que la articulación efectiva público – privada, las experiencias anteriores y la inclusión de la ciudadanía deben ser elementos claves en la conversación. Así, podremos evaluar impactos, simplificar la norma y orientar capacidades. En últimas, la obsesión definitivamente debe ser mantener y hacer realidad los planes y proyectos”, agregó Castillo.
Como base para una mejor ciudad y luego de intercambiar ideas con la academia y los sectores público y privado, Probogotá Región propone recomendaciones que pueden ayuda a afrontar los desafíos actuales como la reglamentación del Decreto 555 de 2021, mejorar capacidades que les permita a los municipios de la Sabana enfrentar la presión sobre el suelo y adoptar medidas urgentes para que el Concejo de Bogotá autorice el ingreso a la Región Metropolitana como una oportunidad valiosa para coordinar entre poblaciones aspectos estratégicos como la movilidad.
1. Continuidad de los proyectos planteados por los POT La continuidad de los programas y proyectos definidos en los POT es la garantía para concretar las estrategias de largo plazo; para lo cual, resulta estratégico articular planes distritales de desarrollo (4 años) con Planes de Ordenamiento Territorial (12 años). De esta manera, habría impacto en la planeación estratégica efectiva, sostenible y de largo plazo para la ciudad.
2. Modelo de ordenamiento que considere el balance de densidades en la ciudad Bogotá enfrenta un desafío en la generación de vivienda de calidad para atender el crecimiento de la población y la reducción de tamaño de los hogares en un contexto de escasez de tierra. Por lo anterior, la ciudad debería pensar en vivienda formal a un precio asequible, replicar proyectos urbanos exitosos para la generación de vivienda multiestrato con altos estándares urbanos y arquitectónicos, generar los mecanismos para facilitar los procesos de renovación urbana, entre otros.
3. Propuesta normativa autocontenida vs. versión a reglamentar de manera posterior. Se requiere un cuerpo normativo principal robusto, que garantice que la visión a largo plazo de ciudad y la articulación con la región se mantenga, pero que no limite las modificaciones necesarias a lo largo del tiempo. También es importante conocer las intenciones normativas en detalle para garantizar la viabilidad técnica y financiera de los proyectos a desarrollar.
4. Formulación de proyectos como una apuesta de desarrollo territorial Para el desarrollo efectivo del territorio, se debe considerar de manera complementaria el rigor normativo de un plan de ordenamiento, el impulso del desarrollo territorial a partir de proyectos concretos, con etapas, metas y responsables. Ejercicios como Ciudadela Colsubsidio, Ciudad Salitre o Lagos de Torca son ejemplos de piezas completas de ciudad que se conforman a través del tiempo, le dejan a la ciudad infraestructura y espacio público y sobrepasan los tiempos administrativos para hacer ciudad.
