Con el fin de contribuir a una toma de decisiones acertada, Probogotá aporta su análisis sobre las condiciones y necesidades fiscales del país. La pandemia aumentó el gasto y por consiguiente, el déficit fiscal de la nación. Adicionalmente, para cumplir las obligaciones de Colombia como un Estado Social de derecho, se requiere un gasto público elevado.
El sistema tributario actual requiere modificaciones para garantizar su sostenibilidad y la viabilidad de programas sociales del Estado. Se requiere repensar varios impuestos (principalmente la renta y el IVA) para poder llegar a un sistema tributario más eficiente y equitativo, que pueda llevar a cabo las iniciativas del gobierno de manera sostenible y sin niveles elevados de deuda pública. Este documento se encuentra dividido en 5 secciones, donde se realiza un análisis de la regla fiscal, una caracterización de las dinámicas de gasto público, la composición de los ingresos del gobierno y cómo se compara el recaudo con el de otros países, presentación de alternativas de financiamiento o consecución de ingresos y, por último, algunas conclusiones que enumeramos a continuación.
i) Es evidente el aumento en gasto y la reducción del recaudo tributario que se presentó a raíz de la pandemia en Colombia. Como consecuencia, el déficit fiscal es creciente y la deuda pública se disparó, lo que invita a organizar las finanzas públicas en pro de la sostenibilidad fiscal.
ii) Entre los miembros de la OCDE, Colombia es el país donde la mayor parte de los ingresos tributarios proviene de los impuestos de renta corporativos, y la menor proporción del recaudo proviene del impuesto de renta a personas. Reflejando una atípica distribución de las cargas fiscales.
iii) Entre las cinco ciudades más grandes del país, Bogotá tiene la tarifa más alta de ICA, lo que desincentiva la creación de empresas en la capital. A su vez, Bogotá es la ciudad que más aporta en el recaudo de los ingresos nacionales, tanto por grandes contribuyentes como la ciudadanía en general.
iv) Por las exenciones al IVA y los beneficios tributarios a personas naturales y jurídicas, el país deja de recaudar ingresos equivalentes al 6,5% del PIB del país, la cifra más alta de América Latina y de la OCDE.
v) Si bien las políticas de recorte de gasto estatal no son suficientes para cubrir el hueco fiscal y financiar las necesidades de inversión que tiene el país, el Estado requiere dar señales de austeridad para fomentar la confianza de los contribuyentes.
vi) La inversión en sectores estratégicos como educación, pensiones, infraestructura, vivienda, seguridad, y ciencia y tecnología para el desarrollo social y económico del país, requiere un régimen tributario más eficiente que recaude ingresos de manera ordenada a través de alternativas como impuesto al patrimonio con destinación específica, tarifa plana para impuestos a la renta, y ampliación de la base gravable del IVA con reducción de la tarifa máxima a entre 10% y 12%. Es importante captar ingresos adicionales a través de la venta de activos del gobierno, y de rentas crecientes por regalías fruto del aprovechamiento ambientalmente sostenible de los recursos naturales. Es necesario aprovechar la oportunidad para incrementar la producción en estos sectores, y evitar la explotación ilegal que se encuentran en manos de grupos al margen de la ley, y encaminarlos hacia la inversión en el desarrollo de las regiones.
El panorama de generación de ingresos es amplio. Si bien es necesario hacer una revisión importante del sistema tributario en el país con miras a generar un esquema más eficiente, equitativo y competitivo, hay que evaluar la pertinencia de elevar la carga tributaria sobre la población en un momento de contracción económica. Se deben tomar en cuenta las alternativas que constituyen una opción viable para incrementar los ingresos del gobierno y organizar el gasto público para garantizar un desarrollo económico sostenido en el largo plazo.
