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¿Qué son las ciudades inteligentes?

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Probogotá Region promovió un espacio de conversación en el que expertos en asuntos de tecnología y de innovación definieron cuáles son las características que hacen a una ciudad inteligente y los retos de Bogotá para convertirse en una.

Generalmente, cuando se habla de “ciudades inteligentes” en lo primero que se piensa es en avances tecnológicos, inteligencia artificial y aparatos novedosos y, si bien la tecnología juega un papel importantísimo en este asunto y es un factor articulador, lo cierto es que no es el centro del tema. Por eso, ProBogotá Región organizó el foro “Ciudades Inteligentes: más allá de la tecnología” que tuvo como fin ampliar la discusión a aspectos como la gobernanza, la innovación social y la regulación que, al igual que la tecnología, tienen gran relevancia para las ciudades inteligentes.

Los protagonistas de esta conversación fueron el exministro de las TIC (Tecnologías de la Información y las Comunicaciones) y consultor internacional en temas de transformación tecnológica, Diego Molano Vega; la experta en transformación digital y ciberseguridad y consultora de la Embajada de Colombia en Washington, Juanita Rodríguez Kattah; el CEO de Tigo Colombia, Marcelo Cataldo; y la responsable del eje estratégico de Ciudades Inteligentes de ProBogotá Región, Manuela Uribe.

En este espacio, el exministro Molano empezó por explicar de dónde nace el vínculo directo y estrecho entre el concepto de ciudades inteligentes y la tecnología. “Es un concepto de marketing, para vender más, entonces abarca cualquier cosa que tenga tecnología y/o innovación, y que ayude a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos (…) Hay un reporte del BID (Banco Interamericano de Desarrollo) que dice que una ciudad inteligente debe tener cuatro enfoques: debe ser sostenible; inclusiva y transparente; generar riquezas y estar hecha para los ciudadanos”: indicó el exministro.

A su turno, Juanita Rodríguez confirmó que se trata de un término acuñado por las empresas y que una ciudad inteligente es aquella que “resuelve de manera innovadora los problemas o los retos que tienen sus ciudadanos, en donde la tecnología necesariamente va a aparecer para tener soluciones”.

La experta agregó que lo principal es entender cuáles son los problemas de los ciudadanos y lograr una visión que permita diseñar políticas públicas dirigidas puntualmente a resolverlos. No obstante, indicó que “una ciudad inteligente no es solamente la autoridad, las alcaldías y los gobiernos definiendo políticas públicas a su parecer, sino que debe incorporar una visión de múltiples partes interesadas entre las que están los ciudadanos, las empresas, el sector privado y el sector público. Es una discusión entre todos para definir cuál es esa visión de futuro de ciudad y hacia dónde trabajar para lograr esa ciudad inteligente”.

Respecto a la situación de Colombia en términos de regulación legislativa para temas como la conectividad, que es fundamental en una ciudad inteligente, el CEO de Tigo, Marcelo Cataldo, se refirió a tres elementos importantes. El primero, reducir los costos de producción: “hoy los operadores tenemos un insumo carísimo que es el espectro (…) y Colombia tiene el espectro más caro del mundo; cinco veces más caro que el promedio de Latinoamérica y 11 veces más caro que el promedio de Europa. Entonces, cuánto más dinero me exige el Gobierno por el espectro, menos dinero me queda para poner en infraestructura, antenas, repetidores, etc.”

El segundo elemento son los altos costos tributarios que afectan a las industrias de conectividad pues, según Cataldo, el impuesto de IVA del 19% en celulares, en computadores y en el servicio de datos es un contrasentido toda vez que se quiere digitalizar al país pero, al mismo tiempo, hay una visión fiscalista del tema. “En Colombia, estamos cerca del 50% de una penetración de 4G, en Brasil es del 80% y en Chile del 90% y hoy tener un teléfono en 3G o 2G es como tener un televisor a blanco y negro en la casa. Eso no es cerrar la brecha digital”, puntualizó. En tercer lugar, se refirió al POT (Plan de Ordenamiento Territorial) de cada territorio teniendo en cuenta que algunos permiten instalar antenas, otros no, y con la llegada del 5G, la cantidad de antenas se van a multiplicar.

Los expertos coinciden en que la agenda de ciudad inteligente debe girar en torno al ciudadano y a los cuatro problemas críticos de Bogotá que estos exponen y que, según la más reciente encuesta de Bogotá Cómo Vamos son: percepción de inseguridad, insatisfacción del transporte público, dificultades económicas tras la pandemia y mala calidad del aire. “Copiar modelos de otras ciudades, no sirve. Me parece fundamental que, por ejemplo, para el tema de seguridad podamos desplegar una red de internet de las cosas que permita que haya más datos e información sobre lo que está pasando en la ciudad, así como un análisis de esos datos que permita, no solo la reacción de las autoridades, sino la prevención”, concluyó Diego Molano.

Marcelo Cataldo, por su parte, se refirió a la alianza entre Probogotá Región y empresas del sector privado como Tigo para poner en marcha el “Piloto de Transporte Limpio” que busca medir y monitorear los gases contaminantes que emite el transporte de carga, para conocer de forma más detallada el impacto que genera el transporte logístico al medioambiente de la ciudad y poner esa información a disposición de las autoridades y a la comunidad. Aseguró que esto demuestra que lo primero que se debe hacer es “unirnos y articularnos para empezar con algo pequeño, sacar una conclusión y avanzar en la resolución de los problemas críticos”.

*Si te perdiste el foro, sobre este tema clave para Bogotá y el país, puedes verlo completo a continuación:

 

Probogotá Region promovió un espacio de conversación en el que expertos en asuntos de tecnología y de innovación definieron cuáles son las características que hacen a una ciudad inteligente y los retos de Bogotá para convertirse en una.

Generalmente, cuando se habla de “ciudades inteligentes” en lo primero que se piensa es en avances tecnológicos, inteligencia artificial y aparatos novedosos y, si bien la tecnología juega un papel importantísimo en este asunto y es un factor articulador, lo cierto es que no es el centro del tema. Por eso, ProBogotá Región organizó el foro “Ciudades Inteligentes: más allá de la tecnología” que tuvo como fin ampliar la discusión a aspectos como la gobernanza, la innovación social y la regulación que, al igual que la tecnología, tienen gran relevancia para las ciudades inteligentes.

Los protagonistas de esta conversación fueron el exministro de las TIC (Tecnologías de la Información y las Comunicaciones) y consultor internacional en temas de transformación tecnológica, Diego Molano Vega; la experta en transformación digital y ciberseguridad y consultora de la Embajada de Colombia en Washington, Juanita Rodríguez Kattah; el CEO de Tigo Colombia, Marcelo Cataldo; y la responsable del eje estratégico de Ciudades Inteligentes de ProBogotá Región, Manuela Uribe.

En este espacio, el exministro Molano empezó por explicar de dónde nace el vínculo directo y estrecho entre el concepto de ciudades inteligentes y la tecnología. “Es un concepto de marketing, para vender más, entonces abarca cualquier cosa que tenga tecnología y/o innovación, y que ayude a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos (…) Hay un reporte del BID (Banco Interamericano de Desarrollo) que dice que una ciudad inteligente debe tener cuatro enfoques: debe ser sostenible; inclusiva y transparente; generar riquezas y estar hecha para los ciudadanos”: indicó el exministro.

A su turno, Juanita Rodríguez confirmó que se trata de un término acuñado por las empresas y que una ciudad inteligente es aquella que “resuelve de manera innovadora los problemas o los retos que tienen sus ciudadanos, en donde la tecnología necesariamente va a aparecer para tener soluciones”.

La experta agregó que lo principal es entender cuáles son los problemas de los ciudadanos y lograr una visión que permita diseñar políticas públicas dirigidas puntualmente a resolverlos. No obstante, indicó que “una ciudad inteligente no es solamente la autoridad, las alcaldías y los gobiernos definiendo políticas públicas a su parecer, sino que debe incorporar una visión de múltiples partes interesadas entre las que están los ciudadanos, las empresas, el sector privado y el sector público. Es una discusión entre todos para definir cuál es esa visión de futuro de ciudad y hacia dónde trabajar para lograr esa ciudad inteligente”.

Respecto a la situación de Colombia en términos de regulación legislativa para temas como la conectividad, que es fundamental en una ciudad inteligente, el CEO de Tigo, Marcelo Cataldo, se refirió a tres elementos importantes. El primero, reducir los costos de producción: “hoy los operadores tenemos un insumo carísimo que es el espectro (…) y Colombia tiene el espectro más caro del mundo; cinco veces más caro que el promedio de Latinoamérica y 11 veces más caro que el promedio de Europa. Entonces, cuánto más dinero me exige el Gobierno por el espectro, menos dinero me queda para poner en infraestructura, antenas, repetidores, etc.”

El segundo elemento son los altos costos tributarios que afectan a las industrias de conectividad pues, según Cataldo, el impuesto de IVA del 19% en celulares, en computadores y en el servicio de datos es un contrasentido toda vez que se quiere digitalizar al país pero, al mismo tiempo, hay una visión fiscalista del tema. “En Colombia, estamos cerca del 50% de una penetración de 4G, en Brasil es del 80% y en Chile del 90% y hoy tener un teléfono en 3G o 2G es como tener un televisor a blanco y negro en la casa. Eso no es cerrar la brecha digital”, puntualizó. En tercer lugar, se refirió al POT (Plan de Ordenamiento Territorial) de cada territorio teniendo en cuenta que algunos permiten instalar antenas, otros no, y con la llegada del 5G, la cantidad de antenas se van a multiplicar.

Los expertos coinciden en que la agenda de ciudad inteligente debe girar en torno al ciudadano y a los cuatro problemas críticos de Bogotá que estos exponen y que, según la más reciente encuesta de Bogotá Cómo Vamos son: percepción de inseguridad, insatisfacción del transporte público, dificultades económicas tras la pandemia y mala calidad del aire. “Copiar modelos de otras ciudades, no sirve. Me parece fundamental que, por ejemplo, para el tema de seguridad podamos desplegar una red de internet de las cosas que permita que haya más datos e información sobre lo que está pasando en la ciudad, así como un análisis de esos datos que permita, no solo la reacción de las autoridades, sino la prevención”, concluyó Diego Molano.

Marcelo Cataldo, por su parte, se refirió a la alianza entre Probogotá Región y empresas del sector privado como Tigo para poner en marcha el “Piloto de Transporte Limpio” que busca medir y monitorear los gases contaminantes que emite el transporte de carga, para conocer de forma más detallada el impacto que genera el transporte logístico al medioambiente de la ciudad y poner esa información a disposición de las autoridades y a la comunidad. Aseguró que esto demuestra que lo primero que se debe hacer es “unirnos y articularnos para empezar con algo pequeño, sacar una conclusión y avanzar en la resolución de los problemas críticos”.

*Si te perdiste el foro, sobre este tema clave para Bogotá y el país, puedes verlo completo a continuación:

 

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