La avenida Caracas, una de las más tradicionales de la capital y que cuenta con alrededor de 25 kilómetros de extensión, empezó a cerrarse por tramos desde el pasado mayo, para darle paso a la construcción del viaducto de la primera línea del metro de Bogotá.
Desde un principio la administración distrital mencionó que estos cierres iban a dificultar la movilidad en el borde oriental de la ciudad, e incluso el alcalde Carlos Fernando Galán afirmó que “es parte de los sacrificios”.
Sin embargo, entre los expertos surgió la duda de si es mejor ir cerrando por tramos, como se ha venido haciendo, o si es más conveniente deshabilitar todo el corredor en un solo anuncio, alternativa que se nombró en una mesa de académicos organizada por ProBogotá y que espera plantear al Distrito en próximos días.
Cabe resaltar que este impacto en la avenida Caracas ha sido, precisamente, uno de los principales puntos de discusión entre el Gobierno y el Distrito en torno a la primera línea, pues el presidente Gustavo Petro ha manifestado no estar de acuerdo con que se haga un trazado elevado en “la zona más densa” de la ciudad.