Propuestas de la Red Pro y el Consejo Privado de Competitividad
para mejorar el trabajo en Colombia

Bogotá, agosto 10 de 2023.
El desempleo, la informalidad y la baja productividad laboral son tres de los principales problemas estructurales que enfrenta el país. La Red Pro, integrada por ProAntioquia, ProBarranquilla, ProBogotá Región, ProPacífico, ProRisaralda, ProSantander, Pro Santa Marta y ProTolima, junto con el Consejo Privado de Competitividad – CPC- presentan el documento “Trabajo incluyente para superar la pobreza”, que desarrolla cinco propuestas
para enfrentar estos retos y lograr que el mercado laboral sea un verdadero mecanismo de
superación de la pobreza.
En este momento, en el que algunas de las reformas al sistema de protección social
continúan su trámite, es fundamental que desde la sociedad se propongan alternativas que
le permitan al país generar más empleos, con mejores condiciones para el bienestar de los
trabajadores, que a su vez generen mayor crecimiento y oportunidades futuras para las
nuevas generaciones.
Para la Red Pro y el CPC estos son los cinco aspectos transformadores que le permitirían
a Colombia mejorar la empleabilidad y el acceso incluyente a trabajos de calidad:
1. Formalidad y seguridad social para trabajadores por horas.
Facilitar vínculos formales para personas cuya dedicación sea inferior a la de la jornada
diaria, permitiría que las personas realicen sus aportes de seguridad social de acuerdo con
ingresos proporcionales al tiempo que dedica al trabajo en el mes. El salario mínimo debe
poder liquidarse según la dedicación de tiempo para que no sea una barrera de acceso al
sistema de protección.
2. Mantener contratos de aprendizaje para jóvenes que realizan sus estudios.
El contrato de aprendizaje, que tiene condiciones diferenciales de contratación, es un
instrumento que contribuye a cerrar brechas de habilidades y experiencia. Involucrar a los
empleadores en el proceso de formación resuelve problemas de pertinencia, da acceso
laboral a jóvenes sin experiencia cuando terminan su formación y se reduce los costos de
búsqueda de capacidades específicas. Además, es relevante diseñar métodos para guiar
mejor a los jóvenes en su elección de la formación que los lleve a caminos de productividad
para sus vidas.
3. Flexibilidad laboral que se adapte a las necesidades cambiantes de empleadores y empleados.
La flexibilidad y los derechos laborales van de la mano y deben ser considerados conjuntamente para lograr un equilibrio adecuado en el entorno laboral. Es fundamental
que existan diferentes opciones contractuales que permitan que las personas maximicen
sus condiciones de productividad con trabajos que se ajustan a su estilo de vida, con un
marco de protección esencial. Existen ocupaciones que por su naturaleza no pueden
ajustarse a tipos estandarizados de vinculación laboral. Las personas cuyas vocaciones
los llevan a este tipo de labores necesitan que, sin importar la opción contractual, puedan
contar con una protección social adecuada.
4. Reglas laborales claras y bien definidas que establezcan derechos y obligaciones de empleadores y trabajadores.
Las leyes deben proporcionar una base sólida para las relaciones laborales y establecer los
requisitos para mayores protecciones en determinadas situaciones. En el caso de la estabilidad laboral reforzada la legislación debe evitar al máximo generar incertidumbre
jurídica. En la actualidad la falta de completitud en la norma no permite tomar decisiones
basadas en derecho. Lo cual abre un espacio para diferencias en los criterios de
interpretación y en esa medida llevan el nivel de protección a un ámbito litigioso.
5. Seguro de desempleo que proteja al trabajador.
Un seguro de desempleo le brinda al trabajador un período de transición más estable y le
permite enfocarse en la búsqueda de empleo adecuado mitigando el impacto de la falta
inmediata de ingresos. Este mecanismo puede ofrecer el tipo de amparo necesario
permitiendo que la dinámica de creación y destrucción de negocios y empleos pueda darse
sin desamparar al trabajador.